Libro y preposiciones

-      mí me gustan los libros rosas.

-      Ante un buen libro una buena lectura.

-      Bajo los libros están los estantes.

-      Con un libro puedes conocer muchas palabras.

-      Contra un libro siempre está la ignorancia.

-      De un libro adquieres un tesoro.

-      Desde que me leí aquel libro me enamore de ti.

-      En cada libro siempre hay una historia que contar.

-      Entre dos libros viejos siempre hay telarañas.

-      En el camino hacia el conocimiento están los libros.

-      Hasta que no me leí aquel libro me sentía ignorante.

-      Para comprarte un libro acude a una librería.

-      Por un libro me hice profesora.

-      Según el final de un libro escojo si leerlo o no.

-      Sin leerte un libro no podrás morir.

-      Sobre un libro encontrarás muchas opiniones.

-      Tras un libro hay un escritor.

-      Durante la lectura de un libro sentirás muchas emociones.

-      Mediante un libro recuperarás la ilusión.

 

 

Raquel Alejo Rodríguez

Ana Baixas Rodríguez

Paula Pérez Batista

Selene Santana Falcón

2ºE

"Libro y preposiciones II". Eduardo Santana Guerra, Elba García Rodríguez, Ismael Marrero Cabrera y Uriel Álex Canino García. 2º E‏

A los libros no hay que tenerles miedo.

Ante la duda busca en los libros.

Bajo su estética el libro su inteligencia contempla.

Con un buen libro la paz encontrarás.

Contra la tristeza veras que un libro te ayudará.

De una página a otra el libro te sorprenderá.

Desde el principio hasta el final te marcará.

En el cielo o en la tierra abriendo tu libro la luz verás.

Entre un capítulo y otro tu libro ira resolviendo tus dudas.

Hacia lo bueno y lo malo tu libro te guiará.

Hasta el infinito y más allá con tu libro arrasarás.

Para bien o para mal con tu libro la historia continuará.

Por malo que te parezca de tu libro no te arrepentirás.

Según como lo leas el libro te cambiará.

Sin duda alguna, el libro, tu mejor ayuda.

Sobre tu libro la mente viajará.

Tras un libro la libertad encontrarás.

"Libro y preposiciones II". Eduardo Santana Guerra, Elba García Rodríguez, Ismael Marrero Cabrera y Uriel Álex Canino García. 2º E

Una carta para tí. Ismael Marrero Cabrera

Querido Peter Pan,
 
Soy yo, Dumbo. Solo te escribía para saber cómo te va la vida después de tanto tiempo sin verte... En realidad, no. Lo que quiero es conocer tu secreto de una vez por todas: ¡¿Cómo consigues volar?! No me puedo creer que llevemos tanto tiempo trabajando en la misma empresa y todavía no me lo hayas confesado. ¿No crees que volar con las orejas es perjudicial para mi salud? ¡Voy a padecer de artritis como mínimo! Espero recibir una respuesta acorde con tu madurez.
Por cierto, ya es hora de que crezcas y busques trabajo. Parece mentira que sigas vagueando por ahí y encima sin envejecer.
Por si no lo has notado, te guardo algo de rencor.
 
Saludos.
 
Dumbo

"Libro y preposiciones". Grupo "Delta": Elba García Rodríguez, Ismael Marrero Cabrera, Eduardo Santana Guerra y Uriel Álex Canino García - 2º E (Universidad de Las Palmas de Gran Canaria).


"Una lavandera enamorada"


A la acequia iba a lavar.
Ante un galán siempre me encontraba.
Bajo un árbol, él, día a día, sus libros leía.
Con dulzura nos mirábamos.
Contra él un día me tropecé
de llevar mojados los zapatos.
Desde la acequia hasta el árbol caí.
En sus brazos me cogió,
entre la hierba me tumbó,
hacia
arriba y hacia abajo me movía el pie,
hasta
que se me fue calmando el dolor.
Para
enamorarse hace falta poco, y,
por
su mirada, su dulzura y su atención, a mí me ocurrió.
Según
las lavanderas del pueblo
sin
enamorarse de ese hombre ninguna lavandera había muerto.
Sobre
el amor sólo el corazón tiene qué decir.
Y tras mi piel está el amor que
durante
toda mi juventud sentí
mediante
sus verdes ojos y ese día en que en sus brazos caí.

-Libro y preposiciones- Virginia Remedios y Avelina Herrera, 2º E

A la plaza de la soledad mejor ir con un buen libro.

Ante la zozobra de las tardes de domingo, no hay mejor opción que leer un buen libro.

Bajo un almendrero en invierno, leer un libro contento.

Cabe la posibilidad de leer algún libro más.

Con una buena copa de vino, un libro es el mejor amigo.

Contra la soledad, un libro es la opción ideal.

De aquellos libros, el último es el mejor.

Desde que leí aquel libro, veo diferente aquel lugar.

Después de cenar, un libro es el mejor postre.

Durante la lectura de un buen libro se pasa el tiempo volando.

En el libro encontrarás la respuesta que buscas.

Entre leer un libro y ver la televisión, prefiero lo primero.

Excepto algunos cuentos, no conservo ningún libro de mi infancia.

Hacia la tienda me encontré este libro en el suelo.
Hasta mañana  no comenzaré a leer el libro.
Mediante la lectura de varios libros di con la solución.
Para leer en un momento de estrés, lo mejor es elegir un libro de humor.
Por la interpretación de algunos libros se han cometido barbaridades.
Pro actividades de dinamización a la lectura, fundamental contar con buenos libros.

Salvo por un ejemplar que me falta, tengo la colección completa.

Según dijo la maestra, aquel libro es el mejor.

Sin libros, ¿qué haríamos?

Sobre el libro dejó el incienso encendido y se le quemó la portada.

Tras un buen libro leído, buena sensación tendrás.

LIBRO Y PREPOSICIONES. Aday Benitez Arbelo, Héctor Silva Figueroa, Artemi Betancor Arocha

A las cabras les gusta comerse los libros.

Ante el libro la cabra babea.

Con lasciva mirada ve el libro.

Bajo un pinar estaba la cabra.

Contra el libro se enfrenta.

De la Isleta al refugio corre un libro delante de la cabra.

Desde lo alto del campanario se ve el libro.

En la avenida marítima se ven sueltas varias hojas del libro.

Entre un libro y otro la cabra bebe agua.

Hacia la escasez de libros la cabra se lamenta.

Hasta la cabra se cansó de comer tantos libros.

Para no comer más libros la cabra empezó a comer alfalfa.

Por recomendación del veterinario que lo leyó en un libro.

Según decía la letra chica del libro era bueno para ir al baño.

Sin colorante ni conservante el libro es un buen laxante.

So aviso del veterinario la cabra dejó los libros.

Sobre todos los libros de hierbas medicinales.

Tras una breve lectura de la primera parte del libro.

Durante un largo periodo la cabra de los libros olvidó.

Mediante la intervención del veterinario la cabra de los libros se destrabó.

 

Cuento canario inventado. Artemi Betancor Arocha. 2ºE

Cuento canario inventado.

 

Erase una vez un niño aborigen de la isla Tamarán, que se llamaba Bentejuí. Él era un niño de 10 años de edad, muy alegre disfrutaba mucho corriendo por los grandísimos bosques que la isla contenía antaño.

Tenía muchos amigos entre ellos estaban, Doramas, Gumidafe y Adargoma. Solían jugar al escondite entre ellos y en las cuevas donde a veces se escondían las dibujaban con motivos naturales muy llamativos, como cabras corriendo por los barrancos o las grandes puestas de sol que veían desde el Confital.

Una vez mientras estaban pintando una cueva apareció en ella una gran ave de presa con un conejo entre sus garras. Los cuatro niños se quedaron inmóviles viendo como el ave desgarraba a su presa y se alimentaba sin piedad. Cuando el ave terminó de comerse la pieza y se marchó volando otra vez, ellos empezaron a fantasear con la posibilidad de volar y ver las cosas desde el aire. Se lo pasaron muy bien durante todo la tarde, hasta que se hizo la hora de cenar y todos juntos fueron al poblado. Los mayores habían cazado unas cuantas cabras salvajes que se comieron asadas a la luz de las fogatas.

Pasaron unos cuantos años y Bentejuí se había hecho un gran guerrero, tenía la destreza de utilizar el garrote muy bien y siempre en los juegos del pueblo quedaba campeón de la exhibición. A esas exhibiciones iban todas las gentes del pueblo, y entre ellas había una aborigen muy bonita llamada Guacimara. Ella era una chica morena, con los ojos claros y unos cabellos largos del color del carbón. Durante unos meses estuvieron saliendo juntos, hasta que finalmente fueron a vivir juntos a una de las cuevas con mejores vistas de todo el territorio.

Tres años más tarde de haberse marchado a vivir juntos, vinieron unos invasores a la isla, y los jefes de los diferentes poblados se pusieron de acuerdo para combatirlos. Después de intensas batallas por seguir siendo libres Bentejuí, Doramas, Adargoma y Gumidafe salieron victoriosos por las grandes estrategias planteadas en el enfrentamiento.

Finalmente los invasores abandonaron Tamarán derrotados  y ellos volvieron a ser felices con sus mujeres e hijos. La paz volvió a reinar en toda la isla y ellos continuaron con sus cacerías de cabras y a pasar de vez en cuando esas noches en la playa viendo la puesta de sol que tanto les gustaba.

LIBRO Y PREPOSICIONES

-      A mí me gustan los libros rosas.

-      Ante un buen libro una buena lectura.

-      Bajo los libros están los estantes.

-      Con un libro puedes conocer muchas palabras.

-      Contra un libro siempre está la ignorancia.

-      De un libro adquieres un tesoro.

-      Desde que me leí aquel libro me enamore de ti.

-      En cada libro siempre hay una historia que contar.

-      Entre dos libros viejos siempre hay telarañas.

-      En el camino hacia el conocimiento están los libros.

-      Hasta que no me leí aquel libro me sentía ignorante.

-      Para comprarte un libro acude a una librería.

-      Por un libro me hice profesora.

-      Según el final de un libro escojo si leerlo o no.

-      Sin leerte un libro no podrás morir.

-      Sobre un libro encontrarás muchas opiniones.

-      Tras un libro hay un escritor.

-      Durante la lectura de un libro sentirás muchas emociones.

-      Mediante un libro recuperarás la ilusión.

 

 

Ana Baixas Rodríguez

Paula Pérez Batista

Selene Santana Falcón

2ºE

Yazmina Hernández Rivero 2ºE

Cuento tradicional

En un conocido barrio, del pueblo de Teror, llamado Los  Llanos, había un viejo estanque lleno de moho, hierbajos y plantes enredaderas preparadas para atraparte y no dejarte salir. Junto al mismo, pasaba un estrecho y difícil camino que comunicaba dos calles. A un lado del camino estaba el estanque y al otro, una finca privada llena de cabras, ovejas y grandes perros cuya función era vigilar que ningún animal se escapara y por supuesto, que nadie entrara en la finca. Aunque ellos sí podían salir. El dueño de la finca no era muy agradable ni entusiasta. Un buen día había comenzado normal como cualquier otro, yo salí a jugar por el barrio. Dicho día, decidí ir a casa de un vecino a probar su nuevo videojuego. Cometí el error de no avisar a mi madre. Precisamente, ese día un hombre que trabajaba en una edificación colindante al estanque, calló a él arrastrado por la fuerza de la carretilla que llevaba amarrada a la cintura. El hombre murió. Mi madre, que estaba en la tienda de mis abuelos, foco y origen de mil rumores diarios, oyó que una persona, no se sabía quién, había caído al estanque y había muerto. Mi madre, paralizada por la primera idea que se le estaba pasando por la cabeza, creyó que había sido yo la que había caído al estanque. Afortunadamente para mí, no fue así. Yo me encontraba en casa del vecino jugando y sin enterarme de nada. Mi pobre madre, desesperada y cegada por el miedo, salió a buscarme y todavía no sé cómo, dio conmigo. En el momento en el que me vio, tragó saliva y soltó el aire que llevaba contenido en los pulmones. Durante el camino a casa y al llegar a ésta, recibí unos buenos azotes, producto del terror y el pánico que ella había sufrido minutos antes.

Ese día fue tan distinto para las dos, aunque en sentidos muy diferentes, que creo que ninguna lo ha olvidado.

 

 

 

 

 

 

 

 

Yazmina Hernández Rivero 2ºE

LIBRO Y PREPOSICIONES. Lucía Mujica, Raquel Morales y Sara Rivero

A la calle salí con un libro.

Ante aquella soleada tarde cogí mis libros.

Bajo un frondoso árbol me leí un gran libro.

Con fantasmas y vampiros el libro me cautivó.

Contra el suelo me di porque con el libro me dormí.

De dónde saldría ese libro tan aburrido.

Desde esa biblioteca tan llena de libros que mi padre tenía.

En el libro me sumergí porque en el mar me vi.

Entre más me leo el libro más me entretiene.

Hasta el punto en el que este libro me hipnotiza.

Hacia el día del libro de mi etapa escolar.

Para recordar aquellos libros que me enamoraban.

Por aquel amor que el libro me transmitió.

Según empecé el libro me adormilé.

Sin dejar de pensar que el libro me gustaba.

So pena de muerte me leí este libro.

Sobre aquellos momentos en que el libro me daba tanta alegría.

Tras la portada del libro se encontraba una historia de hadas.

Durante la lectura del libro sentí emoción.

Mediante este libro comprobé el verdadero amor.

Solo era el aire. 

Por un momento pensé,

que eras tu el que suspiraba.

Ahí fue cuando lo necesite,

ese cariño que tanto me dabas, 

esa ternura que desprendías,

ese pizco de maldad que me encantaba.


Cierro los ojos e imagino ,

que estas cerca de mi , 

arropándome con tus manos , 

y sellando mis palabras con tus besos.

No hace falta abrirlos , 

¿Por que he de hacerlo ?

Si es esto lo que me hace feliz.


Ser transparente , 

que por un momento te convertiste en aire,

vuelve a tocarme, 

con esa brisa tan fuerte.

Cuento Canario

Me cuentan mi madre y mi abuela, que en Agaete, hace muchos años, llegó a casa una carta que era de un hombre que trabajaba en el Banco Central, que era amigo de la familia. Decidieron, las dos juntas, ir a llevarle la carta a su casa. Cuando llegaron, éste no estaba.
Un poco más abajo, siguieron caminando y había un solar grande, que actualmente está por debajo de la gasolinera BP. Mi abuela le dijo a mi madre:
- Tengo ganas de hacer pis.
Y mi madre le contestó:
- Mira allí hay un hueco, ponte allí.
Estando mi abuela agachada, mi madre se quedó enfrente , miró para la pared y le dijo a mi abuela:
- Mamá, mira donde está tu sombra.
Mi madre se quedó mirando de nuevo a la pared y le volvió a decir:
- Tu sombra no puede ser, porque tu estás agachada y ella de pie.
Y mi madre le dijo a la sombra:
- ¿Por qué no dice quién es para una no asustarse?
La sombra ni contestaba ni se movía y fue cuando más miedo se le metió a mi madre en el cuerpo y le dijo a mi abuela:
- Si no te levantas te quedas ahí, porque yo me voy.
Se levantó mi abuela y la sombra se marchó.