12 del 12 de 2012. Cristina Ramos Castellano. 1ºB. Gran Canaria

                                                12 del 12 de 2012

 

Era el día doce de Diciembre de 2012, doce de la noche y no se oía nada, solo el sonido de una mosca que entro a las casa cuando el viento dio en la ventana y la abrió.  

Una vela encendida alumbraba la habitación y gracias a ella se podían ver las horrorosas y temidas  muñecas de porcelana que con los ojos estaban mirando fijamente a la mosca, luego se empezó a oir una voz procedente de la puerta del sótano, parecía que estuviera cantando una melodía de Vivaldi.

Esa melodía solo se había escuchado hace dos siglos, en esa misma casa.

Pasados unos minutos alguien de la calle tocó en la puerta y el señor Eusebio, propietario de la casa abrió la puerta, pensando que era algún pobre perdido en la oscura y tenebrosa oscuridad, pero no fue así era una especie de diablo que cuando Eusebio abrió la puerta quedo libre.

Cuando Eusebio cerró la puerta vio como las terroríficas muñecas de porcelana se habían convertido en diablos y lo perseguían.

Al día siguiente cuando Eusebio despertó vio que lo que había soñado era solo una pesadilla. Las muñecas de porcelana eran las muñecas que les había  comprado a sus sobrinas y el diabólico diablo era su nuevo disfraz de carnaval.

 

 

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