Pam, pem, pim, pom, pum. Ahora salta tú. Lola.

Pam pam pam pam, 
pobrecito Valle-Inclán.
Cuánto el hombre sufriría 
al saber de esta herejía.

Pem pem pem pem,
me encontré un perenquén.
Lo llamé Federico
por la forma de su hocico.

Pim pim pim pim,
ya llegó Serafín
y me dijo que esa rima
no le gusta ni a mi prima.

Pom pom pom pom,
aunque sea un mojón
me salvó de la agonía 
que esta tarea prometía. 

Pum pum pum pum,
con esto digo chimpún.
Volví a salir airosa
de esta cosa horrorosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario