Querida Sirenita:
Tenemos que hablar muy seriamente de lo nuestro. Hemos pasado un hermoso tiempo juntos pero no puedo seguir ocultándote como si de un monstruo te trataras. Tú estás casada con el príncipe y yo me merezco algo mejor.
Este tiempo atrás siempre nos hemos comunicado por cartas para no dejar huellas pero, para serte sincero, he conocido a alguien por WhatsApp y no quiero que te enfades pero la conoces muy bien: se trata de la cenicienta, no le digas que te lo dicho pero es que yo no puedo continuar con esta angustia que ronda mi cabeza y no me deja dormir, ni comer.
Me gustas muchísimo, pero los engaños se pagan caro y no quiero ser la víctima de este romance y voy a empezar una nueva vida sin ti. No olvidaré las noches de pasión junto a la orilla del mar contemplando las estrellas y cayendo uno en los brazos del otro, siendo testigos de una lluvia de estrellas fugaces hasta el amanecer.
Solo quiero que me comprendas y me olvides, puesto que tú no estás dispuesta a divorciarte y yo solo espero poder olvidarte.
Hasta siempre. Nemo.
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