Aquel extraño ser

Ayer por la noche, me asomé a la ventana. En el descampado de enfrente de mi casa, se movía algo. Por esa razón, decidí acercarme, pero al moverse las hierbas me asusté, y volví otra vez a la ventana, desde donde vi una cabeza grande. De repente, el corazón se me puso a cien. ¡Era una nave extraterrestre! La estaba mirando muy atentamente, cuando noté una mano que me agarraba el hombro. Era un alienígena, me asustó y se fue. Yo no pude decir nada a nadie por el susto que me llevé. Ojalá pudiera hablar con aquel extraño ser, otra vez. 

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