Lunes, 15 de abril del 2013
Querido Príncipe:
Me encuentro en el deber de mostrarle mi desacuerdo con respecto a nuestra boda. ¿Acaso no debo conocerle más para poder llegar o no a estar perdidamente enamorada de usted?
Sí, es cierto: tiene una sonrisa que ilumina hasta encandilar y hacerme pensar que lo amaba pero... ¿acaso no necesitamos algo más que un simple baile para conversar y ver más allá de esa sonrisa?
Considero adecuada la opción de un baile, pero esta vez íntimo y con una posterior charla, sin más invitadas, donde solamente acudamos nosotros dos.
Si usted no estuviera de acuerdo, ¿podría responderme con su sugerencia?
P.D.: Se acepta banquete real.
Firmado:
Cenicienta
Cristina de León Cabrera
No hay comentarios:
Publicar un comentario