El pozo sin fondo.Jorge Rodríguez Hernández.Gran Canaria

Había una vez en un pueblo africano un niño que  se  llamaba Simeón;   estaba   jugando   con   sus   amigos  cuando  de  un      segundo para otro se cayó dentro de  un pozo. Al oír los gritos los amigos se acercaron y vieron que Simeón no  terminaba de caer, entonces fueron a contar  a otros padres lo que había pasado y les contestaron que en ese     pozo se había caído mucha gente. Los amigos cogieron una cuerda y empezaron a bajar por el pozo. Al ver que no llegaban al fondo y que se estaban encontrando cansados, decidieron subir. Días después, los niños vallaron el pozo para que nadie más volviera a caerse. Desde ese momento le pusieron "El Pozo sin fondo".

No hay comentarios:

Publicar un comentario