DOMINGO
Aquí estoy sólo como cada día, me siento desconcertado. Sin darme cuenta , me encuentro tan perdido en mi triste soledad. Intento buscar una explicación y no la encuentro. Siempre he intentado luchar por los míos, entregándome en cuerpo y alma.
Ahora me veo tan sólo, tan perdido. Pienso en mis años vividos, tuve una infancia hermosa, fui muy feliz rodeado de mi familia y amigos. Mi adolescencia fue espectacular, en ella conocí a mi esposa y me enamoré perdidamente. Nos casamos al mes de estar juntos y tuvimos tres hijos hermosos. Intenté darle tanto a mi esposa como a mi mujer lo mejor de mí, intentando que mis niños tuvieran una infancia tan buena o mejor que la mía.
Hace tres meses, mi esposa enfermó y partió para siempre. Mi mundo se viene abajo. En esos tres meses no sé nada de mis tres hijos, por más vueltas que intento darle no le encuentro explicación, mi vida no tiene sentido. Lo único que me queda son ellos y no están, ¿qué he hecho mal?, ¿merezco esta soledad y tristeza?, ¿qué debo hacer con mi triste vida?
Marta Yurena Hernández Moreno
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