Todos los días a las 11:30 de la mañana me siento en esta acera porque me traen muy buenos recuerdos. Algunas veces me acuerdo cuando jugaba aquí de pequeño con mis amigos y debido a ello me causa melancolía porque ya ellos no están presentes. Miro hacia el suelo porque soy incapaz de afrontar la realidad, pero mis padres siempre me enseñaron a recordar los buenos momentos. Aquí espero a que llegue mi nieta para jugar con ella y seguir disfrutando de la infancia que algún día viví.
DRD. 4ºC
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