EL PERRITO ABANDONADO
Había una vez un perrito que divulgaba por las calles de Gran Tarajal, el perrito no tenía dueño, por lo que estaba abandonado, tenía mucha hambre y mucha sed, no tenía a donde ir, hasta que de repente apareció una mamá con su bebé, ella paseaba y no se percató si quiera que un perrito pasaba a su lado, pero la bebé sí se percato, y no paraba de hacer ruiditos y de mirar hacía atrás como si algo se le hubiese olvidado, entonces la mamá miró hacía donde miraba la bebé y se dio cuenta que la niña estaba inquieta porque había visto a su paso un perrito que le había llamado la atención. Tras la inquietud de la bebé, la mamá fue hacía el perrito, y la bebé empezó a acariciarlo y a sonreír, la mamá también empezó a acariciarlo, viendo la reacción que el perrito había creado en su hija y en ella misma, y sintiendo una pena terrible por el perrito, la mamá decidió llevárselo a casa, entonces cogieron al perrito y junto a él, la mamá y la bebé se acercaron al coche para volver rumbo a casa, durante el trayecto en el coche la bebé no podía ocultar lo contenta que estaba, y al verla a ella tan solo, la mamá también estaba muy contenta, y como no, el perrito, era el que más alegre se encontraba, pues alguien se había preocupado por él. Al llegar a casa, la mamá lo primero que hizo fue bañar al perrito, y tras ello darle algo de comer y de beber, al ponerle de beber leche, el perrito se la bebió en menos de dos minutos, pues le encantaba la leche.
Al finalizar el día, se encontraban la mamá, la bebé y el perrito en casa, y la mamá decidió ponerle un nombre al perrito, que desde ese momento era un componente más de la familia, y decidió ponerle "Mickey". Mientras estaban los tres en casa, a la mamá se le ocurrió que al día siguiente podía coger el coche e ir a la playa, y pasar un día genial, y así lo hicieron.
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