Bajo la luz de una vela.Cristina López Medina.

Bajo la luz de una vela


Una día estando en mi casa tan tranquila viendo la tele, tocaron en la puerta.
Yo estaba sol en mi casa, y mis padres me dijeron que no abriera a nadie. Entonces, yo pasé de abrir, y me quedé sentada en el sillón. Luego me dí cuenta de que tenía la un encendida, y que la persona que tocó, sabía que había alguien en casa.
Bajé el tono de la luz, para que no se notase, y esperé sentada en un rincón unos minutos.
Después, me levanté y miré por la ventana.
Un hombre vestido de negro con guantes blancos estaba en el jardín, bajo la luz de una vela que sostenía en su mano izquierda.
Me quedé paralizada. 
¿Qué quería ese hombre? -pensé.
Me quedé observándole, quieta y atenta a cualquier movimiento que hiciera.
El hombre empezó a caminar en círculos sosteniendo aún la vela.
De repente, se paró en seco, mirando hacia la ventana en dónde yo me encontraba.
Tragué saliva y seguí observando sus movimientos.
Llamé a mis padres para saber cuanto tiempo les faltaba por llegar a casa, pero nadie contestó. Maldije el momento en que mis padres salieron de casa y me dejaron sola.
Cuando puse la vista hacia donde se encontraba el hombre, ya no estaba.
Un frío intenso me recorrió todo el cuerpo y sentí un escalofrió.
Miré el móvil para ver si mis padres llamaban y luego volví a mirar por la ventana, hombre estaba allí parada frente a mí. Tiró la vela al jardín y en un instante te incendió el jardín.
Salí corriendo, y el hombre ya no estaba, y el jardín estaba intacto.

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